No hace mucho debatĆ­amos porque la gente deja de leer manga conforme va cumpliendo aƱos; uno de los datos arrojados, marcaba la temĆ”tica como uno de los posibles culpables. De los puƱetazos y la vida escolar pasamos al gore. ¿Y despuĆ©s?

Menos mal que hay editoriales que piensan en esa minorƭa silenciosa que seguimos leyendo manga y buscamos historias mƔs intimistas, costumbristas incluso.

Os traigo un one-shot que va mƔs allƔ de la vida escolar.


Suzumura es la primera chica que se dirige a Natsuru desde su llegada. A sus 11 aƱos, juega al fĆŗtbol pero sĆ³lo sus compaƱeros masculinos le dirigen la palabra, las fĆ©minas parecen ignorarle.

Aquel verano  estĆ” apuntado en un campamento con el equipo de fĆŗtbol, pero  no tiene muchas ganas de ir. Un encuentro fortuito con Suzumura, el descubrimiento de varias cosas y la atracciĆ³n que siente hacia ella, harĆ”n que tome una decisiĆ³n que serĆ” determinante para su futuro.


La artƭfice del conocido shƓjo Immortal Rain (Meteor Methuselah, 1999-2001) pone su sello personal en esta obra, con un dibujo preciosista y una narrativa muy fluida desarrollan una historia a priori sencilla pero llena de matices sentimentales.


El diseƱo de los personajes es de estilo netamente shĆ“jo, poco trabajados pero llenos de emociones, que transmiten los sentimientos a la perfecciĆ³n; el detallismo se queda en los fondos para crear una atmĆ³sfera intimista, cercana incluso, para prestar atenciĆ³n a la historia y lo que en ella acontece.


A pesar de reconocer la ardua tarea de desarrollar un buen guiĆ³n, Ozaki puede presumir de haber tocado todos los estilos con su peculiar sello. Personaliza cada obra aportando un punto de sorpresa, algĆŗn hecho que no se ve venir. 

Desde Knife (1993) hasta la renombrada Immortal Rain (1999) (aunque existen dos doujinshis de 2009 y 2011) el romance y el drama psicolĆ³gico han sido sus seƱas de identidad; en la obra que nos ocupa esto no cambia, pero sĆ­ se encamina hacia algo mĆ”s real un slice of life que viene a significar que ha puesto parte de sus vivencias en ella.

Los Dioses Mienten se serializĆ³ en la Afternoon de Kodansha entre mayo y septiembre del 2013, con una buena horda de lectores que aprecian estas historias cotidianas, con ese punto distinto.


La ediciĆ³n a cargo de la editorial revelaciĆ³n, Milky Way, harĆ” el resto.


Una sobrecubierta a cargo de Kobayashi Mitsuru que sirve de camisa a la portada intimista en blanco y azul de la autora, donde se apuesta por el papel no satinado y buscando una ilustraciĆ³n que si bien parece un spoiler, una vez leĆ­da la historia es la imagen mĆ”s acertada; el manga sigue la lectura oriental y es algo mĆ”s grande que un tankoubon sin llegar a kanzenban.


La traducciĆ³n a cargo de Marc BernabĆ© (Daruma) le da fluidez al lenguaje ya que muchas veces serĆ­a complicado entender segĆŗn quĆ© frases hechas que no tienen significado literal, sino costumbrista y hay que adaptarlas al espaƱol, especialmente nuestro "fino" humor.


Un dibujo correcto, una narrativa fluida y una historia distinta junto a una ediciĆ³n que cuida los detalles. Todos los detalles. No deberĆ­a hacer falta nada mĆ”s para que corrierais a por ella, sin embargo vamos a desgranarla un poco mĆ”s.

Tiene una puesta en escena brillante: las primeras pĆ”ginas son para recrear la vista, para volver al colegio, el olor de las cortinas, los pupitres, todos los elementos que conforman cualquier aula. A continuaciĆ³n las palabras van adquiriendo mĆ”s importancia aunque sin restar ni un Ć”pice a un dibujo que se diluye con la historia. Sin floripondios que nos distraigan, con los fondos apenas abocetados para que nos centremos en el nĆŗcleo de la historia, cuya narrativa experimenta una evoluciĆ³n mĆ”s que patente en cuanto llegamos al nudo de la historia: no hace falta llenar viƱetas de dibujos inservibles para contar algo. Una expresividad brutal, unas lĆ­neas que hablan por sĆ­ mismas y de fondo, una historia interesante.

No quiero spoilear porque se me ha hecho corta. Corta porque la he disfrutado no porque crea que le falta nada ya que de hecho es de los pocos one-shots (Line de Yua Kotegawa o La canciĆ³n del SueƱo de Yuana Kazumi son los otros dos...) que me han dejado buen sabor de boca; las historias cotidianas pueden tener su punto y esta es una de ellas. La familia es el todo en JapĆ³n y como tal, se hace cualquier cosa por preservarla.
 




Ficha tƩcnica:

TĆ­tulo original: Kami-sama Ga Uso o Tsuku

Autor: Kaori Ozaki

GĆ©nero: Drama, romance

CategorĆ­a: Seinen

NĀŗ Tomos: 1

AƱo: 2013